es el título de un libro de Ángel Gabilondo. No pude leerlo entero, entre otras,debido al número de términos en griego que allí aparecían. Ahora uso el título del mismo, para dar nombre a la entrada ya que:
sostengo que lo único necesario en la vida es morir. De primeras puede sonar sugerente por varios motivos: o bien porque suena paradójico, y las paradojas nos dejan noqueados momentaneamente nuestro raciocionio, creciendo en nuestro interior un sentimiento de curiosidad o de anhelo por descubrir algo más de lo que esconde la contradicción que se nos pone ante nuestra mirada.
Otro motivo para que la frase "lo único que necesito es morir" pueda sonar atractivo, es tener el ánimo alterado por no decir que hemos sucumbido a una depresión. Pero más adelante, comprenderemos lo lejos que queda tal afirmación de ser argumento para suicidarse.
En la vida podemos tener un poco de aquello o un poco de lo otro, es decir, en la vida es suficiente con alimentarse, ser feliz, hablar con la familia, tener o no tener trabajo, algo de dinero, algo de amistad. Son aspectos que puede que se nos presenten en nuestra vida en mayor o menor cantidad y calidad. Es suficiente tener o no tener un poco de todo eso para vivir.
Pero lo que es necesario para ser humano, es morir. Si no nos morimos, seríamos dignos protagonistas de películas de inmortales, pero como dice la cancíón ¿quien quiere vivir eternamente? Así que necesitamos morir, lo único que necesitamos en la vida es morirnos, no necesitamos coches, casas, dinero, familia...eso son contingencias, es decir, cosas que pueden o no presentarse en nuestras vidas, pero no podemos decir lo mismo de la muerte, ya que de manera necesaria se presenta en nuestras vidas, y si no se presenta es que no estás vivo.
Así que si algún día tenemos la ilusoria sensación de que algo es imprescindible o de necesidad, hagánlo pasar por el filtro o el pasapuré de la muerte, seguramente que se diluya como blancas nubes de primavera en un cielo azulado.
Y por si algún necrófilo, malinterpreta mis palabras en pro del suicidio, le recordaré lo que decía Tales al ser preguntado acerca de la vida y la muerte; decía que le daba igual estar vivo que muerto, a lo que le increpaban, ¡pues si es así que haces que no te matas!, y él contestaba, porque como he dicho: me da igual.
sostengo que lo único necesario en la vida es morir. De primeras puede sonar sugerente por varios motivos: o bien porque suena paradójico, y las paradojas nos dejan noqueados momentaneamente nuestro raciocionio, creciendo en nuestro interior un sentimiento de curiosidad o de anhelo por descubrir algo más de lo que esconde la contradicción que se nos pone ante nuestra mirada.
Otro motivo para que la frase "lo único que necesito es morir" pueda sonar atractivo, es tener el ánimo alterado por no decir que hemos sucumbido a una depresión. Pero más adelante, comprenderemos lo lejos que queda tal afirmación de ser argumento para suicidarse.
En la vida podemos tener un poco de aquello o un poco de lo otro, es decir, en la vida es suficiente con alimentarse, ser feliz, hablar con la familia, tener o no tener trabajo, algo de dinero, algo de amistad. Son aspectos que puede que se nos presenten en nuestra vida en mayor o menor cantidad y calidad. Es suficiente tener o no tener un poco de todo eso para vivir.
Pero lo que es necesario para ser humano, es morir. Si no nos morimos, seríamos dignos protagonistas de películas de inmortales, pero como dice la cancíón ¿quien quiere vivir eternamente? Así que necesitamos morir, lo único que necesitamos en la vida es morirnos, no necesitamos coches, casas, dinero, familia...eso son contingencias, es decir, cosas que pueden o no presentarse en nuestras vidas, pero no podemos decir lo mismo de la muerte, ya que de manera necesaria se presenta en nuestras vidas, y si no se presenta es que no estás vivo.
Así que si algún día tenemos la ilusoria sensación de que algo es imprescindible o de necesidad, hagánlo pasar por el filtro o el pasapuré de la muerte, seguramente que se diluya como blancas nubes de primavera en un cielo azulado.
Y por si algún necrófilo, malinterpreta mis palabras en pro del suicidio, le recordaré lo que decía Tales al ser preguntado acerca de la vida y la muerte; decía que le daba igual estar vivo que muerto, a lo que le increpaban, ¡pues si es así que haces que no te matas!, y él contestaba, porque como he dicho: me da igual.
1 comentario:
Gracias.
Estaremos en contacto en el mail que proporcionas.
Un saludoy enhorabuena también por lo que haceis.
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