martes, 26 de octubre de 2010

Textos de Septiembre en Octubre

Tenía pendiente desde Septiembre que me examine de Teorías de la Sociedad subir algunos apuntes o comentarios de textos que en su momento me ensimismaron pero que, a pesar de sólo haber transcurrido un mes, ha sido lo suficientemente intenso como para no encontrar el momento de redisfrutarlo.

Me quedo con este fragmento de Habermas, en detrimento del fabuloso Pico della Mirandola, al que le debo otro pequeño espacio para exponer el espacio privilegiado que ocupamos las creaturas humanas.

Por el momento: Problemas de legitimación en el capitalismo tardío. Jürgen Habermas, Cátedra, Madrid, 1999, pp.196:

[…]La sociedad es siempre una realidad moral. La sociología clásica consideró axiomático que sujetos capaces de acción y de lenguaje solo pueden configurar la unidad de su persona en conexión con imágenes del mundo y sistemas morales que garanticen su identidad. La unidad de la persona requiere de la perspectiva, fundamento de la unidad, de un mundo-de-vida creador de cierto orden, que tiene al mismo tiempo significación cognitiva y práctico-moral: la función más importante de la sociedad es la nomización. Los hombres responden al imperativo congénito de impartir a la realidad un orden provisto de sentido. Pero ese orden presupone la actividad social de crear una construcción del mundo. El estar separado de su sociedad expone al individuo a una multitud de peligros que él no puede enfrentar solo, so pena, en el caso extremo, de su inminente extinción. Esa separación genera también en el individuo insoportables tensiones psicológicas, tensiones que tienen su raíz en un hecho antropológico básico: la socialidad. Pero en definitiva, el peligro último de esa separación es el de la falta de sentido. Este peligro es la pesadilla por excelencia en que el individuo está sumergido en un mundo caracterizado por el desorden, el sin sentido y la locura.