ciertamente, hay que estarlo, porque existe una idea generalizada acerca de lo aburrido, monótonas y repetitivas que son nuestras vidas, ¿acaso deberíamos detenernos por un instante y plantearnos si nuestras vidas son realmente así o hemos perdido la capacidad de sorprendernos?
En ésta ocasión lo digo porque viajando de manera rutinaria sin especial interés ni expectativa por el viaje que estaba realizando, llego a mi ciudad de destino, Salamanca y decido montar en un taxi, que por fortuna era el último que quedaba a la puerta de la estación, se trataba de un Mercedes-Benz muy grande a primera vista con las luces apagadas e incluso sospecho si el conductor se habrá cerciorado que he solicitado su servicio, me percato de ello cuando voy avanzando hacia el coche y la puerta del maletero se abre sola accionada desde el interior del vehículo por el conductor.
Al entrar al taxi, el interior no defrauda, además de lo holgado, la tapicería es exquisita, harto de complementos, para más señas con 2 pantallas de DVD que tras varios cruces de preguntas conductor - pasajero, es encendido reproduciéndose en el mismo un vídeo-documental del programa de la sexta Vidas Anónimas, dónde aparecía el susodicho personaje.
No es otro que el "turi", un taxista que viste trajes de colores a mitades, y porta cada zapato de color diferente....
En resumen, debemos estar atentos porque no se sabe dónde va a saltar la liebre
1 comentario:
vaya experiencia!!! a ese le vi en el reportaje cuando lo emitieron jajajajaj
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