Ancha es Castilla

Por lo poco y mal que me he preocupado en documentarme, puedo decir que el dicho con el que titulo la entrada se refiere a actuar con libertad, y libertinaje si me apuras, de manera desembarazada; una especie de "aquí vale todo". También encuentro referencias a que era una voz de exhortación en la lucha durante la reconquista peninsular.

Pero en ésta ocasión lo utilizo para presentar el viaje que he realizado durante el último fin de semana, os facilito a continuación el resumen geográfico del mismo.


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A las 4 y media de la tarde, con una recia lluvia (http://www.goear.com/listen/70a1895/llueve-joan-manuel-serrat) sobre nuestras cabezas salgo de, como decía Unamuno: "Salamanca, Salamanca, renaciente maravilla, académica palanca de mi visión de Castilla" con la vista puesta en pasar la noche en Logroño, al inicio me quedo durante una media hora dormido y al abrir los ojos me percato que el recorrido va a ser extraordinario para los tiempos que corren, ya que habituamos a escoger el camino que más temprana, fácil y exitosa resolución nos proporcione.

Al acabar la siesta y enterarme que el trayecto lo realizaremos en su totalidad por carreteras nacionales y comarcales, lo que me hace despertar un inusitado interés por el viaje y prestar atención a ambos lados de los ventanales, aquello tienen aroma a documental de Labordeta, al camino de Santiago, a los poemas de campos de castilla de Antonio Machado (http://www.goear.com/listen/654bfb3/retrato-juan-manuel-serrat)

Al recorrer Castilla casi de lado a lado, empatizo con los ideales de nacionalidad que tienen algunas regiones, al contrario de lo que denunciaba Ortega y Gasset en la "España invertebrada" "Castilla se vuelve suspicaz, angosta, sórdida, no se ocupa en potenciar la vida de las otras regiones -Cataluña, Vasconia, Galicia-; celosa de ellas, las abandona a sí mismas, y empieza a no enterarse de lo que pasa en ellas" y como se atribuye al filológo catalán Carod-Rovira: "Castilla oprime a Cataluña, como oprimió a los pueblos indigenas de iberoamérica"

Incluso a mí, muy poco sospechoso de reduccionismos (incluso geográficos) surge en mí una emoción de pertenencia a una tierra castellana, y parece ridículo porque como advirtió Ardanza cuando era lehendakari del País Vasco: "Porque España uninación, es Castilla ampliada", ha lugar a pensar que Castilla es España, pero España no es Castilla, sino Euskal herria, los celtas, los aragoneses, los paisos, al-andalus...y las recientes ciudades e islas africanas (incluida la de El Perejil) junto con Castilla, leo también a Julían Marías: "Castilla se hizo España"

Otro aspecto que me suscita reflexión es como se humaniza el viaje al no ser por autopista, es como si la velocidad y dimensiones que se pueden percibir se adecuaran a mis capacidades, para detenerse en los detalles, en las personas, por ejemplo, me percato de una repetición de aldea en aldea (http://www.goear.com/listen/2060286/el-titiritero-juan-manuel-serrat) a la salida de las mismas se encuentra el cementerio, símbolo de como apartamos la muerte de nuestra vida cotidiana (o para el que sepa historia: alejar las posibles toxicidades de los cadáveres).

Me sorprendo al ver cambiar el paisaje desde "Tierras de Pinares" (http://www.tierradepinares.es/asociacion.htm), a la ribera del Duero (http://www.riberadelduero.es/)con múltiples viñedos pasando por yermos terrenos en contraste con los ríos cruzados, entre otros: Tormes, Duero, Oja, Ebro, Pisuerga.

Y para acabar me acuerdo del determinismo geográfico de nuestros pensamientos, horas antes de partir en éste viaje escuché a un costarricense hablar en su conferencia "la furia como lugar epistémico", en la que citaba manifiestos dadaístas dónde se invitaba a pensar que el mundo de la recta razón, la cuerda lógica y toda su ciencia posterior debería de autofornicarse, penetrarse a si misma por su invalidez. Me pareció que su ponencia fue tan sugerente y exhuberante como lo es la naturaleza del país de dónde proviene, y para hacer justicia y no quedar en lo anecdótico del dadaísmo, también explicaba como la filosofía no solo nace del asombro, como se cuenta en mitos griegos, sino que surge también del cabreo (me da bronca que diría el argentino), indignación o furia que hace revelarnos al conocimiento establecido y preguntarnos por qué.

Así que os dejo con poesía:

Sola, en medio de los campos,
tierra adentro, ancha es Castilla.
Y está triste: sólo ella
no ve los mares lejanos.
¡Habladle del mar, hermanos!
Joan Maragall, Himno Ibérico (Himne ibèric), V

Tú me levantas, tierra de Castilla,
en la rugosa palma de tu mano,
al cielo que te enciende y te refresca,
al cielo, tu amo,
Tierra nervuda, enjuta, despejada,
madre de corazones y de brazos,
toma el presente en ti viejos colores
del noble antaño.
Con la pradera cóncava del cielo
lindan en torno tus desnudos campos,
tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro
y en ti santuario.
Es todo cima tu extensión redonda
y en ti me siento al cielo levantado,
aire de cumbre es el que se respira
aquí, en tus páramos.
¡Ara gigante, tierra castellana,
a ese tu aire soltaré mis cantos,
si te son dignos bajarán al mundo
desde lo alto!
Miguel de Unamuno

[...]¡Oh tierra ingrata y fuerte, tierra mía!
¡Castilla, tus decrépitas ciudades!
¡La agria melancolía
que puebla tus sombrías soledades!
¡Castilla varonil, adusta tierra.
Castilla del desdén contra la suerte,
Castilla del dolor y de la guerra,
tierra inmortal, Castilla de la muerte! [...] Antonio Machado
Campos de Castilla, Orillas del Duero