Es el título del último libro de Óscar Arias, el actual presidente de Costa Rica que en las últimas fechas ha saltado a la escena pública por erigirse en el mediador del conflicto hondureño.
Varios son los pensamientos que me llevaron a interesarme por la figura de Oscar Arias, en primer lugar el año pasado viaje a Costa Rica, resultando una visita sobrecogedora al conocer un lugar y sistema diferente a lo que acostumbro, con una vasta vegetación (selva),una sorprendente fauna, un clima tropical, una economía impulsada por la fabricación de la última tecnología (microchips), una población de varios millones de personas muy concienciadas con su país, la no presencia de ejército y estar rodeados de países en constante crisis son algunas de las peculiaridades de dicho Estado.
Escuché una noticia en la radio, donde Arias decía que había que tener paciencia, que es un proceso de diálogo largo, complejo que requiere de comprensión y consenso... me extraño en los días que corren ,oír en un medio de comunicación , una noticia con un mensaje de mesura, que otorgará al transcurso del tiempo cierto protagonismo y al diálogo entre las partes encontradas el pilar fundamental para el desarrollo de la resolución del conflicto.
Dichas declaraciones me recordaron textos de J. Habermas, E.Tugendhat, Ch. Taylor o J. Rawls, dónde cada uno a su manera en algún momento han hablado de la importancia de establecer un diálogo, realizar un discurso, alcanzar un consenso...lo que me hizo preocuparme por la formación del sr. Arias, se puede leer en su biografía que curso estudios de abogacía, economía, ciencias políticas y añaden "es filósofo", pues bien aunque no aparece explícito que cursase los estudios universitarios, su cualidad de pensador y productor de conocimiento le otorga la categoría de filósofo.
Por otra parte, el título de su último libro encierra para mí todo una ideología, usar la primera del plural (hagámos) explicitando que debe ser "juntos", y "el camino" como noción de que la importancia del objetivo está en el recorrido a realizar, siendo la meta el mismo camino y no un objetivo final, un resultado, el resultado es el propio camino que se recorre.
Lo que me gustaría preguntarle al Sr. Arias, es como maneja que la prensa, el sr. Zelaya y el sr. Micheletti verbalicen mensajes mucho menos moderados que el que él mismo hace, está claro que es complejo sentar a las partes implicadas, consensuar unas normas y moderar un diálogo dónde se expongan e intercambien posturas enfrentadas, pero más complejo es controlar la incontinencia verbal de las personas que manifiestan sin pudor y no se muy bien con que intención mensajes amenazantes, juicios de valor, opiniones infundadas...
Sea como sea, desde aquí, ánimo sr. Arias en su rol de catalizador, como ánimo a toda aquella persona que pretenda dar una perspectiva integradora a su entorno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario