jueves, 23 de julio de 2009

la excelencia (areté)

"La areté como planta: un valor humano inseparable de la vulnerabilidad, una excelencia relacionada con el otro y social por naturaleza, una racionalidad cuya índole no se identifica con el intento de atrapar, sujetar y dominar, y en cuyos valores desempeñan una función de gran importancia la apertura, la receptividad y el asombro[...]"


"Una lista nunca sustituye a un razonamiento, y por ello analizaremos las asociaciones que se muestran a continuación en los capítulos posteriores. No obstante, puede ayudarnos a no perder de vista las imágenes en continua evolución de estas dos concepciones normativas de la racionalidad práctica humana;
A:
  1. agente como cazador, trampero varón.
  2. agente puramente activo.
  3. fin: actividad ininterrumpida, control, eliminación del poder de lo exterior.
  4. alma dura, impenetrable.
  5. confianza depositada sólo en lo inmutable y completamente estable.
  6. intelecto como pura luz del sol.
  7. vida buena en soledad.

B:

  1. agente como planta, niño, mujer (o con elementos del varón y la mujer)
  2. agente tanto activo como pasivo-receptivo.
  3. fin: actividad y receptividad; control ponderado con un riesgo limitado; vivir bien en un mundo donde lo exterior tiene poder.
  4. alma blanda, porosa, aunque con una estructura definida.
  5. confianza depositada en lo mudable e inestable.
  6. intelecto como agua que fluye, que se da y se recibe.
  7. vida buena con los amigos, los seres queridos y la comunidad.

Si el lector retiene en su memoria algunas de estas oposiciones, le resultará más fácil adquirir una visión de conjunto de los textos presentados en las sucesivas partes del libro. [...]La tragedia estructura ambas normas, A y B, criticando A con referencia al valor especificamente humanoque sólo B contiene; Platón, juzgando intolerables los riesgos que entraña B, elabora una notable versión de A, que él mismo critica en un momento posterior por no tener en cuenta algunso valores humanos importantes; Aristóteles estructura y defiende una versión de B, afirmando que responde a nuestras intuiciones prácticas más profundas sobre la relación apropiada con la fortuna de un ser que se sitúa a medio camino entre los dioses y las bestias y es capaz de contemplar valores que se hallan fuera del campo de visión de unos y otras"

Nussbaum, Martha. La fragilidad del bien. Fortuna y ética en la tragedia y filosofía griega. Madrid, 2004

miércoles, 15 de julio de 2009

Hagámos juntos el camino

Es el título del último libro de Óscar Arias, el actual presidente de Costa Rica que en las últimas fechas ha saltado a la escena pública por erigirse en el mediador del conflicto hondureño.

Varios son los pensamientos que me llevaron a interesarme por la figura de Oscar Arias, en primer lugar el año pasado viaje a Costa Rica, resultando una visita sobrecogedora al conocer un lugar y sistema diferente a lo que acostumbro, con una vasta vegetación (selva),una sorprendente fauna, un clima tropical, una economía impulsada por la fabricación de la última tecnología (microchips), una población de varios millones de personas muy concienciadas con su país, la no presencia de ejército y estar rodeados de países en constante crisis son algunas de las peculiaridades de dicho Estado.

Escuché una noticia en la radio, donde Arias decía que había que tener paciencia, que es un proceso de diálogo largo, complejo que requiere de comprensión y consenso... me extraño en los días que corren ,oír en un medio de comunicación , una noticia con un mensaje de mesura, que otorgará al transcurso del tiempo cierto protagonismo y al diálogo entre las partes encontradas el pilar fundamental para el desarrollo de la resolución del conflicto.

Dichas declaraciones me recordaron textos de J. Habermas, E.Tugendhat, Ch. Taylor o J. Rawls, dónde cada uno a su manera en algún momento han hablado de la importancia de establecer un diálogo, realizar un discurso, alcanzar un consenso...lo que me hizo preocuparme por la formación del sr. Arias, se puede leer en su biografía que curso estudios de abogacía, economía, ciencias políticas y añaden "es filósofo", pues bien aunque no aparece explícito que cursase los estudios universitarios, su cualidad de pensador y productor de conocimiento le otorga la categoría de filósofo.

Por otra parte, el título de su último libro encierra para mí todo una ideología, usar la primera del plural (hagámos) explicitando que debe ser "juntos", y "el camino" como noción de que la importancia del objetivo está en el recorrido a realizar, siendo la meta el mismo camino y no un objetivo final, un resultado, el resultado es el propio camino que se recorre.

Lo que me gustaría preguntarle al Sr. Arias, es como maneja que la prensa, el sr. Zelaya y el sr. Micheletti verbalicen mensajes mucho menos moderados que el que él mismo hace, está claro que es complejo sentar a las partes implicadas, consensuar unas normas y moderar un diálogo dónde se expongan e intercambien posturas enfrentadas, pero más complejo es controlar la incontinencia verbal de las personas que manifiestan sin pudor y no se muy bien con que intención mensajes amenazantes, juicios de valor, opiniones infundadas...

Sea como sea, desde aquí, ánimo sr. Arias en su rol de catalizador, como ánimo a toda aquella persona que pretenda dar una perspectiva integradora a su entorno.

lunes, 6 de julio de 2009

La fragilidad del bien, Martha Nussbaum

"hay quienes piden oro, y otros, tierras ilimitadas, yo pido deleitar a mis conciudadanos hasta que la tierra cubra mis huesos-un hombre que alabó lo digno de elogio y sembró la acusación contra los malvados. Pero la excelencia humana crece como una vid nutrida del fresco rocío y alzada al húmedo cielo entre los hombres sabios y justos. Necesitamos cosas muy diversas de aquellos a quienes amamos sobre todo en el infortunio, aunque también el gozo busca unos ojos en los que confiar"
Píndaro, Nemea, VIII. 37-44

"La verá siendo en sí misma, por sí misma y consigo misma, eterna y única, y verá que todas las otras bellezas participan de ella en modo tal que, aunque nazcan y mueran las demás, no aumenta ella en nada ni disminuye, ni sufre ninguna alteración... En este lugar, querido Sócrates, más que en ningún otro, es visible la vida del ser humano, allí donde contempla la belleza en sí... ¿Crees acaso que la vida sería vil para quien pusiera la mirada en ella de la manera apropiada y estuviera en unión con ella? ¿ O no te das cuenta de que sólo allí, donde ve lo bello con la facultad con la que es visible, podrá engendrar, no simulacros de excelencia, ya que no está captando un simulacro, sino la verdadera excelencia, pues está aprehendiendo la verdad; y de que el que ha procreado y alimenta una excelencia verdadera será amado por los dios, e inmortal, si es que esto le fue posible alguna vez a un hombre?
Platón, Banquete, 211b-212a

"Sócrates: entonces, ¿qué es el ser humano?
Alcibíades: no sé qué contestar."
Platón, Alcibíades, I, 129e

con tal manera tiene el atino Martha Nussbaum de iniciar su libro "La fragilidad del bien. Fortuna y ética en la tragedia y la filosofía griega"

viernes, 3 de julio de 2009

Acerca de... budismo

Me ha parecido oportuno dar entrada al budismo para recordar un esquema general del mismo; me es digno de tener en cuenta por el sistema "filosófico" que ofrece, que desde mi punto de vista y emulando palabras de mi profesor de Lógica, posee completud y consistencia, (aprovecho para realizarme recordatorio de los apuntes), entendiéndose por consistencia: “Se trata de que sea imposible construir dos declaraciones, correctamente deducidas a partir de los axiomas, que resulten contradictorias entre sí" y por completud: "un cálculo es completo cuando se pueden demostrar en él como teoremas todos los enunciados formalmente verdaderos construibles con sus símbolos"
Dicho lo cual, tomándome la liciencia de extrapolar, considero que el budismo ofrece un conocimiento consistente y completo, y ahora vayamos al tema, el breve esquema del budismo, cono todo lo aberrante que ésto supone pues tiene diferentes manifestaciones y larga historia de evolución que no debe o debe ser resumido o esquematizado con precaución porque por propia definición procurar resumirlo es un error del propio camino personal que se debe recorrer, ésta puede que sea su primera peculiaridad, no es como un dogma de fe al uso, no hay unos mandamientos o doctrina que seguir, sino unas recomendaciones que han de ser adaptadas y usadas a título individual, es un camino que debe recorrer cada uno de manera personal e íntima en cierta medida.

Las cuatro nobles verdades:

El sufrimiento existe.
El origen de esa insatisfacción es el anhelo (o deseo, sed, "tanhā")
El sufrimiento puede ser extinguido (nirvana).
Para extinguir el sufrimiento, debemos seguir el óctuple sendero.

Octúple camino:
La sabiduría: búsqueda de conocimiento trascendental.
Visión correcta: entender el sufrimiento, su origen, su extinción y el camino que lleva a su extinción.
Pensamiento correcto: se refiere a las emociones y consiste en canalizar correctamente el pensamiento para conseguir una serena libertad de la sensualidad, que se aparte de la mala voluntad y de la crueldad, y que se dirija hacia la bondad y la compasión.
Conducta correcta: abstenerse de destruir la vida, de robar, de conductas sexuales inapropiadas o dañinas, de mentir, de intoxicaciones de la mente o el cuerpo.
Habla correcta: abstenerse de mentir, del hablar calumnioso o difamador, del hablar irrespetuoso, del hablar frívolo.
Actuar correcto: abstenerse de tomar la vida, de tomar lo que no es dado, de conductas sensuales inapropiadas.
Medio de vida correcto: el modo de subsistencia que no se sustente en el mal que se provoca a terceros.
Entrenamiento de la mente: mediante un esfuerzo correcto (mantener la mente libre de pensamientos que podrían perjudicar la habilidad para realizar o poner en práctica los otros elementos del Noble Camino), mediante una atención y consciencia del presente correcta (a práctica de mantener la mente en el instante presente (el estar en el ahora, el presente), atenta de fenómenos conforme vayan afectando el cuerpo y la mente.) y mediante la concentración, meditación o absorción correcta (distanciado de estados insanos,tranquilizando y relajando la mente, ecuánime y contemplativo, alguien que tiene una morada placentera,pureza en ecuanimidad (upeksa) y contemplación, ni en placer ni en dolor. )

Como una de las más citadas críticas al budismo, tenemos la de "ésto no es vivir" si eliminamos todo eso de nuestras vidas, no estamos "desgastando" la vida, desde el paradigma que nos rodea, tenemos la imagen de monjes alejados del mundanal ruido, pero nada más allá de la verdad, el budismo es prácticado y seguido en sus vidas cotidianas por personas con responsabilidades laborales, familiares, civiles, adminitrativas, económicas, etc. Así que eliminando el posible prejuicio al respecto y como dije al principio el camino es personal a recorrer por cada uno.

jueves, 2 de julio de 2009

La muerte no es el final...

Últimamente, hace un par de años, asisto cada vez con mayor serenidad y paz a los velatorios y entierros de personas que conozco mucho o poco.

Es en éstos casos, (los fallecimientos) es cuando pienso que la fe tiene una de sus mayores virtudes al proporcionar "consuelo", o al proporcionar una serie de sentimientos que, al menos a mí, me ayudan a afrontar dichos momentos con menor angustia, pena...

Entiendo por supuesto, que son momentos que hemos calificado de tristes, amargos, dolorosos...pero si ahondamos un poco más allá de la superficie podemos empezar a encontrar ideas del tipo: la muerte no es el final. No es el final porque si se cree en una vida ultratumba, no es más que una transición, pero no sólo con eso, si además creemos que es una vida mejor, que nuestra verdadera identidad se ha liberado de el traje de carne y hueso que nos han prestado, que nuestra alma tendrá paz y armonía eterna, que pasaremos a conformar parte del cosmos universal como una pieza más del puzzle sideral... es decir, si adherimos nuestro pensamiento a cualquiera de las opciones que a lo largo de la historia y de las culturas se han ofrecido para responder la pregunta ¿qué será de nosotros cuando muramos? encontramos respuestas alentadoras.

Tal vez en nuestro contexto actual, dónde prima el materialismo, y lo que no se ve o no se toca, casi no vale para nada, que enjuiciamos por lo que tenemos más que por lo que somos, que nos hemos creado la necesidad del sentimiento de propiedad hasta el punto de creernos en propiedad de la vida de las personas que nos rodean... Con ideas de éste tipo en la cabeza, no me extraña que el sentimiento "irracional-primitivo" que nos surja sea de honda tristeza, porque nos sentimos impotentes ante el rapto de algo que considerábamos nuestro y que por mucho dinero que pongamos en la mesa, no vamos a poder recuperar, el sentimiento de impotencia, rabia, tristeza, duelo en definitiva es lo que cabe esperar si no dejamos espacio para una reflexión y creencias en algo más allá de lo que es nuestro mundo terrenal.

Aparte me planteo la objección que no es lo mismo hablar de una muerte ocurrida de manera repentina, violenta, brusca o la que nos ha llegado como rompe el mar en calma en la orilla de la playa, entiendo también que la situación que nos rodeé influya en el ánimo para afrontarlo, pero aún y con ésas, tener en mente que lo mejor está por llegar.

De unos cincuenta años o cien para esta parte, venimos secularizando la vida, con todo lo positivo que ello trae, entre otras cosas por la convivencia globalizada dónde nos encontramos. Pero por otra parte me parece ingenuo e inoportuno negar en rotundo planteamientos que nos han acompañado desde siempre y lo que es peor creernos en la seguridad o supremacía del pensamiento, disfrutando de nuestra autocomplacencia antropocéntrica.

No quiero situarme en la postura del escéptico, ni la determinista, ni la religiosa o mística; simplemente plantear la duda sin hacer de la duda el centro de mi argumento, en todo caso la reflexión e intento de aprehensión del mundo.