jueves, 25 de junio de 2009

la relación entre ciencia y medicina

Para concluir quiero hacer mención de algunos autores que han sido los que me han dado lugar a sostener mi tésis, en primer lugar Angelo Brusco nos dice “los principales efectos deshumanizadores de la tecnología médica se verifican tanto en el flanco cultural como en el de la relación con el paciente […]ya que el fin manifiesto de la tecnología médica es, en efecto, humanista.”
Quiero dejar patente que en mi postura no identifico la fuente deshumanizadora en la ciencia misma, puesto que ésta como anteriormente he dicho viene a socorrer a la humanidad entera, tampoco es reponsabilidad directa de las personas, sino la autocomplacencia resultado de una falta de implicación en los órganos de decisión, como diría Charles Taylor un “despotismo dulce” sin participación ciudadana. El uso de la tecnología es inegablemente postivo para la eficiencia y eficacia de los procedimientos siempre que los pongamos al servicio de las personas que enferman o trabajan para las que enferman, si en cambio nos ponemos a nosotros al servicio de la tecnología, por el momento podemos encontrar un malestar por la identidad perdida y en un futuro la ciencia ficción nos da posibles soluciones nada halagüeñas para la humanidad como especie.
Por otra parte, la alternativa que nos queda es aunar posiciones, procurar hacer un ejercicio de catalización entre distintas corrientes como la medicina tradicional china, el ayurveda hindú o técnicas animistas como la del Dr. Robins, el cúal afirma: “Algún día la comunidad médica se despertará y se dará cuenta que los asuntos emocionales no resueltos son la causa principal de 85% de todas las enfermedades.”, es decir aunar esfuerzos para que el giro sea antropólogico, que las personas nos beneficiemos de todas las fuentes de conocimientos posibles y no se entiendan las posturas como encontradas e irrenciliables.
Para encontrar dicho consenso me referiré a cuatro autores que creo sustentan una misma concepción, por una parte Edgar Morin define al ser humano, como entidad bio-psico-social, una entidad que hay que comprender holísticamente, por eso avances puntuales en ciencia no dejan de ser avances en biología, fisiología, anatamía patológica…pero no advertimos una respuesta integral, que es lo que defiende Javier San Martín, en “el sentido de la filosofía del hombre” las ciencias humanas han avanzado y especializado en diferentes campos de lo humano, pero nos falta la respuesta global al respecto, para finalizar el neurólogo Oliver Sacks advierte en la necesidad de integrar la noción de enfermedad en cada caso y en cada persona, por ejemplo él menciona el síndrome de Tourette, ya que en por momentos fue tratado como un desequilibrio químico y él dice que para describirlo no basta adoptar una perspectiva sólo biológica, ni un punto de vista psicológico o ético-moral, debemos ver el síndrome – dice Sacks- no sólo simultaneamente desde las tres perspectivas, sino desde una perspectiva interior, la de la propia persona afectada. Las descripción interior y exterior, en este caso, como en todos, debe fundirse.
Para finalizar escribe Sacks en “un antropólogo en Marte”: “me he quitado la bata blanca, he abandonado los hospitales donde he pasado los últimos veinticinco años y me he dedicado a investigar las vidas de mis pacientes tal como son en el mundo real, sinténdome en parte como un naturalista que estudia extrañas formas de vida; en parte como un antropólogo que realiza un trabajo de campo, aunque casi siempre como un médico, un médico que visita a domicilio, unos domicilios que están en los límites de la experiencia humana”.
Bien es cierto que los casos que estudia Sacks son crónicos y nos permiten tener un contacto continuado, ya que se le podía objetar que muchas de las demandas diarias son de tipo urgente puntual, aunque me aventuro a intiur que él mismo diría habría que explorar un poco más allá de la superficie.
Sintetizando, el producto resultante de la relación de la ciencia y la medicina a lo largo de la historia ha tenido como principal crítica la deshumanización de la asistencia a las personas enfermas, ante tal acontecimiento nos queda aspirar a una resolución del mismo mediante una concepción integral del ser humano.

1 comentario:

Samsa dijo...

Oliver Sacks es un crack!! y se ha forrado simplemente describiendo casos asombrososssss que listo!!