lunes, 24 de agosto de 2009

atletismo y la ley moral dentro de nosotros


Hoy he visto la carrera femenina de los 1500 metros del mundial de atletismo que se ha disputado días atrás en Berlín.

Para los que no se hayan enterado, ha llegado la primera a la meta una española, después que a algo más de 200 metros de la meta, la atleta etíope que iba a su lado, tras contactar ambas haya caído al suelo, dicha etíope era una de las favoritas y ha ido buena parte de la carrera en primera posición, tras la caída se ha levantado y le ha dado tiempo a quedar la penúltima, cayendo al suelo nada más pasar la meta, dolorida de una de sus rodillas donde le han puesto un vendaje con la más que presumible aplicación de hielo local ante el traumatismo sufrido.
La corredora española tras pasar la meta la primera; no ha levantado los brazos, no ha sonreído, digamos que no ha mostrado síntomas de alegría coherentes a ser campeona del mundo (y haber ganado a etíopes, keniatas, marroquíes y otras africanas); al pasar la meta ha estado unos segundos mirando al videomarcador, al cielo a las gradas, gradas las cuales, han silbado ostensiblemente mientras en el videomarcador repetían el incidente dónde la etíope ha dado con sus huesos en el tartán. Tras dicho impás, la española se ha girado, se ha acercado a su compañera que yacía en el suelo, aparentemente se ha disculpado, le ha dedicado gestos de cariño y afecto y se ha marchado a la zona mixta (la prensa) dónde decía tener sentimientos contradictorios y no estar segura de su victoria arguyendo que los jueces durante el mundial han tenido actuaciones dudosas, su compañera española de carrera le ha animado, el marcador oficial mostraba como ganadora a la española, aún así tanto el periodista, la atleta, los comentaristas eran cautos en afirmar su victoria.

¿Qué tiene ésta historia que acabo de soltar con la moral?

Recientemente leí un libro (o varios mejor dicho) que hacían referencia a una idea parecida acerca de la moral, vienen a decir que por encima de culturas, ideologías, idiosincrasias, confesiones religiosas, etc. todo ser humano tiene una quinta esencia que le permite discernir acerca de lo moral, inmoral y amoral, es decir, podríamos hablar que a todo el mundo le preguntas ¿está bien hacer ésto? y en nuestro fuero interno (la ley moral dentro de nosotros) nos da, al menos, la intuición acerca de que manera responder. (Me mantendré al margen de discutir tal aseveración, aguardando a mayor conocimiento sobre la causa)


Pues bien, en éste caso la federación de la atleta etíope no ha recurrido ni ha interpuesto reclamación a los jueces (loable por su parte también hay que decirlo), sino que el juez encargado de dicha prueba ha sido el encargado de llevar ante el comité el suceso entre ambas atletas, siendo la decisión final la descalificación de la atleta española, quedándo sin la victoria ni el oro, en beneficio de sus inmediatas perseguidoras, es decir, por una parte ninguna de las dos corredoras que más se lo merecían han tenido recompensa.


Si tuviese que decantarme y mostrar mi juicio, mi valoración sería que es injusto desposeer de la medalla a la campeona y a su vez la ley moral requería un reajuste, resumiendo, injusto pero moral.


El artículo de la IAAF dice: Artículo 163.2 del reglamento de la IAAF
"Cualquier competidor que obstruya o empuje a otro atleta de modo que le impida progresar será descalificado de la prueba. El juez tiene potestad para ordenar la repetición de la carrera excluyendo al atleta descalificado y, en el caso de una serie, puede permitir a cualquier atleta afectado por una obstrucción o empujón que dispute la ronda siguiente".

Alegato:

- En ésta misma carrera y en la totalidad que se comparte calle se da dicha circunstancia, son excepcionales los casos que tienen una repercusión tan ostentible como en el día de hoy.

- La propia Natalia Rodríguez que así se llama la atleta española, ha dicho: "no he cometido infracción" y no se le puede acusar de mentir a la luz de las imágenes, pero en el estadio a todos los niveles se han dado las circunstancias para que aunque se hablase diferente idioma, se haya crecido en diferentes culturas, se tengan distintas creencias políticas, religiosas...los que estaban allí y los que lo hemos visto cuanto menos teníamos la sensación que algo había pasado, algo que desequilibraba el natural proceder de los acontecimientos, como dicen algunos, el karma se había alterado y no se si el resultado final del acontecimiento será la decisión más afortunada.

- Por último y buscando el aspecto menos malo, dicha atleta va a disfrutar de más minutos de atención por parte de los medios que si hubiera ganado el oro sin incidencia, le debe servir de acicate para en próximas competiciones demostrar poder ganar sin que nadie se vaya al suelo y para acabar: mayores atrocidades quedan sin resolución justa o moral aunque a buena parte de la población mundial nos huelan a cuerno quemado, y tampoco se le dedica tiempo ni espacio para la reflexión (yo el primero).

1 comentario:

Samsa dijo...

y que dice la que ha caido?, por qué no la enchufan un micro para saber cual es su opinión¿¿