sábado, 25 de abril de 2009

La cortesía del filósofo

Comencé a leer "el hombre y la gente" de Ortega y Gasset, y ha cumplido las expectativas que me habían creado acerca del mismo, con claridad, cercanía y de lectura fácil. expone argumentos sesudos acerca de cosas tan "simples" como el ser humano y la gente. Se comenta que Ortega tenía la claridad como la cortesía del filósofo, ¡ Gracias Ortega ! puede que hayas ganado un lector asiduo.
A continuación reproduzco un fragmento del mismo libro y que particularmente me ha gustado:

" Estando así las cosas, parece cuerdo que allí dónde las circunstancias dejen un respiro, por débil que este sea, intentemos romper ese círculo mágico de la alteración, que nos precipita de insensatez en insensatez; parece cuerdo que nos digamos: [...] ¡Calma! ¿ Qué sentido lleva este imperativo? Sencillamente, el de invitarnos a suspender un momento la acción que amenaza con enajenarnos y con hacernos perder la cabeza; suspender un momento la acción, para recogernos dentro de nosotros mismos, pasar revista a nuestras ideas sobre la circunstancia y forjar un plan estratégico."

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